El Indicador de Sentimiento de la Industria de la Fundición Europea (FISI) disminuyó 2,6 puntos en septiembre y alcanza un valor de 104,0 puntos. Esto marca el valor de índice más bajo en los últimos 21 meses, mientras que es la disminución más pronunciada mes a mes desde marzo de 2020. Tanto las expectativas para los próximos seis meses como la evaluación de la situación actual del negocio cayeron significativamente. La caída excepcionalmente fuerte también se caracteriza por el hecho de que las clasificaciones apuntan en la misma dirección en todos los metales.
Mientras los líderes europeos continúan en desacuerdo sobre las medidas para apoyar la industria y el futuro de adquisición de energía, ocurrió un acto de sabotaje en el gasoducto Nord Stream. A pesar de que el incidente de finales de septiembre no afecta de momento al suministro energético, ya que el suministro de Rusia ya había sido aislado antes, sin embargo, revela la vulnerabilidad de la crítica infraestructura en Europa.
Sin embargo, esto no ha tenido impacto en la evaluación del negocio, como tampoco lo ha hecho la última escalada de la guerra en Ucrania en septiembre.
Mientras que las existencias de alto nivel continúan apoyando a las fundiciones europeas, cada vez más las empresas se enfrentan a los aumentos masivos en los costos de energía. Aunque los mercados son ahora aliviando los picos de precios significativos, el nivel todavía está muy por encima de los años anteriores.
Los responsables políticos harían bien en no utilizar los precios récord del verano como punto de referencia, si quieren evitar desangrar a la industria europea.
Mientras tanto, el Indicador de Clima de Negocios (BCI) disminuyó en septiembre. La disminución de 0,02 puntos lleva el índice a 0,81 puntos. Una tendencia de producción negativa en las últimas semanas y los nuevos aumentos de los precios de venta se compensan entre sí.
