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FEMEVAL. “MUJERES DE METAL”: La campaña más metalera y reivindicativa

Valencia, 27/10/2022.- VALMETAL, la agrupación empresarial para la innovación impulsada por FEMEVAL y AIDIMME, ha lanzado la campaña “MUJERES DE METAL”. Una iniciativa con una actitud “girl power” y espíritu “metalero”, inspirada en el universo del heavy metal femenino, que busca subir los decibelios y empoderar a las mujeres para que reclamen su lugar en un sector que genera 200.000 empleos.

Una iniciativa, compuesta por un vídeo teaser y cuatro píldoras audiovisuales testimoniales, que da visibilidad a historias reales de mujeres emprendedoras que se han formado, trabajan, dirigen, luchan y demuestran que se pueden “feminizar” algunos oficios que por tradición han desempeñado hombres, pero en los que también tienen cabida ellas.

Las protagonistas de la campaña son mujeres como Yolanda Durán, profesional del montaje y mantenimiento de ascensores; Karen Ladino, soldadora; y las empresarias Amparo Balbastre, ingeniera y CEO Gerente de Alfa Desarrollo de Sistemas; y Magdalena Verdú, gerente de Segurgas Verdú. Pero, sobre todo, son fabricantes de su propio futuro y dueñas de su destino, que cuentan su experiencia para animar a que otras se incorporen a un sector que genera oportunidades de trabajo y de vida y es para todos y todas. Además, las empresas también lo piden.

Todas ellas MUJERES DE METAL porque son firmes, sólidas, con capacidad de adaptación, dúctiles, pero sobre todo brillantes como el metal, que transmiten mensajes con mucha fuerza e inspiradores instando a otras mujeres a que pierdan complejos y no se dejen avasallar, que sigan peleando, se esfuercen y demuestren lo que valen para incorporarse a este sector en el que todas las personas son iguales.

El objetivo de esta campaña es evidenciar, según ha destacado el secretario general de FEMEVAL en su presentación que lamentablemente, “el caso de Yolanda, Karen, Amparo y Magdalena no es frecuente. Porque la industria, el comercio y los servicios del metal arrastran una fuerte tradición masculina. Además, son unos ámbitos laborales que las mujeres apenas consideran en sus expectativas de trabajo y su presencia está muy lejos de lo que sería deseable porque en determinadas ramas del metal apenas alcanza el 13%”.

Al respecto, al origen de la masculinización o feminización de determinadas profesiones se une el factor cultural y educativo, sobre todo en las edades más tempranas, que hace que las mujeres sigan rehuyendo de ciertos trabajos que ofrecen más posibilidades de encontrar un empleo y un salario más elevado. “Y nuestra responsabilidad es revertir este fenómeno. Porque las características valoradas en las profesiones de nuestro sector, el metal, las puede poseer o trabajar cualquier persona, ya que no son intrínsecas a ningún género”, ha destacado Soliveres.

Por eso, la primera actuación pasa por un cambio de mentalidad para empezar a trabajar las profesiones de manera transversal, actuando de aguas arriba cuando el alumnado está decidiendo su futuro profesional, y hacer atractiva la percepción de ciertos estudios como la Formación Profesional cuyas salidas son nada despreciables. Asimismo, el problema está en la educación que recibimos desde temprana edad. Desde cómo nos habla la sociedad, el profesorado, las amistades, familias, y, por su puesto, tampoco ayuda la falta de referentes femeninos.

El argumento de la fuerza también es un tópico. Las profesiones hoy en día dependen mucho más de la capacitación y de la tecnología que del uso de la fuerza. “Hace unas décadas las mujeres no podían ser carteras porque supuestamente no podían con la saca. Con los carritos, esa excusa dejó de sostenerse”, ha apuntado el secretario general de FEMEVAL.

Ha enfatizado también en que las personas pueden desarrollar competencias y aprender conocimientos con independencia de su sexo. Por eso, pensar y enfocar a las personas hacia profesiones que sólo se corresponden con el estereotipo de su género es negarles posibilidades de desarrollarse en lo que realmente quieran, y, además, se priva a la sociedad de profesionales competentes.

Y ha concluido haciendo un guiño al apoyo de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, porque permite sumar esfuerzos para poner en valor y abanderar la igualdad de oportunidades en el sector del metal, a la par que alinear esta campaña con los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS 5 (igualdad de género) y ODS 10 (reducción de las desigualdades).

TESTIMONIOS

Yolanda Durán, trabaja en el montaje y mantenimiento de ascensores un sector con bastantes oportunidades laborales. Comenta que la gente reacciona con sorpresa e incredulidad al decir donde trabaja porque la sociedad no está acostumbrada a ver mujeres en el metal. “Y luego viene la admiración y los ánimos, pero parece que te observan con lupa como si no fueras capaz de hacerlo”. Yolanda se ha demostrado a sí misma que lo puede hacer perfectamente, igual que un hombre. Y la fórmula es aprender día a día a superarse y a hacer cosas que no había hecho nunca antes. Y hacerlas bien con actitud, implicación, esfuerzo y formación para desarrollarse profesionalmente.

Karen Ladino es soldadora. En un principio, quiso acceder a un curso de gestión, pero vio uno de soldadura y decidió formarse en este certificado profesional con grandes salidas laborales. Afirma que trabajar con las manos es bastante agradable y le gusta construir lo que ha estudiado y que el factor clave para conseguir su trabajo fueron las ganas. Karen argumenta que no ha tenido que demostrar que hace las tareas igual, o tan bien como un hombre, porque hay máquinas que ayudan a trabajar en las mismas condiciones. Su consejo para otras mujeres es que se arriesguen, prueben y que sean curiosas. El sector metal no es ni para hombres ni para mujeres. Es para todos y todas y genera oportunidades de trabajo y de vida.

Amparo Balbastre, CEO Gerente de Alfa Desarrollo de Sistemas, narra que hace 14 años tuvo que hacerse cargo de la empresa. Tenía dos niños pequeños, de tres y nueve años, y se propuso continuar con el proyecto en el que su marido se había dejado la vida. Destaca que las mujeres tienen un mejor perfil en cuanto a gestión y que debe aprovecharse ese potencial e incorporarlas a puestos directivos, porque históricamente siempre han estado relegadas a administrativos o de secretaria de dirección. Eso hoy por hoy está cambiando y tiene que seguir siendo así. Un cambio que ya es imparable y “depende de nosotras el seguir educando y transmitir a nuestros equipos de trabajo que no hay hombres ni mujeres. Somos personas, todos trabajadores y compañeros que tienen que aportar lo mejor de sí mismo, sea como sea”. Amparo incide en la importancia de fomentar desde las etapas tempranas a que las chicas elijan estudios de carácter técnico y anima a todas a que se unan al metal, porque hay muchísimas oportunidades, un futuro muy prometedor y trabajo el que se quiera y mucho más. “Tenemos que demostrar lo que valemos, estar unidas, apoyarnos. Y me consta que hay mujeres realizando un trabajo excelente dentro del sector de la energía y que en el metal hay hueco para todos y, sobre todo, para todas”.

Magdalena Verdú, gerente de Segurgas Verdú, lleva 34 años en el metal y la gran mayoría de la plantilla a su cargo son hombres. Desarrolla su profesión en el mundo de las instalaciones de gas, en el que lamentablemente no hay muchas mujeres, pero donde hay mucho espacio y lanza una invitación “a las mujeres que quieran incorporarse que lo hagan porque las que ya estamos las esperamos con los brazos abiertos”. Magdalena señala como error que la fuerza se asocia al metal. Lo correcto es que no hace falta llevar un martillo en el hombro, porque con la actual tecnología y los avances del sector no es necesario la fuerza. Lo que hace falta es inteligencia, tranquilidad y serenidad. “En el puesto que tengo que desarrollar, no soy distinta por ser mujer, no requiero ni quiero nada distinto, sencillamente quiero igualdad”. Esta es la clave que le ha permitido llegar hasta donde ha llegado, con muchas ganas de aprender y porque no ha permitido nunca que le faciliten nada que no le hayan dado a un compañero por ser hombre.

Por último, destaca que el sector del metal se introduce en todos los sectores: alimentación, agrícola, sanitario… Y trabajar en este sector no es una cuestión de sexo, es una cuestión de profesión. “Y como mujeres tenemos la oportunidad de entrar y aportar en todos los sectores con nuestro propio ADN, porque tenemos una óptica distinta a la hora de ver determinadas cosas, que es muy buena y enriquece mucho al metal”.

Más información: FEMEVAL: Carmen Cuesta – Tel: 96 371 97 61/ 607 59 37 57 – ccuesta@femeval.es