Stratasys ha publicado un vídeo y un estudio que demuestra la forma en que la impresión en 3D ha ayudado a la pequeña Emma, de 4 años de edad, a superar las limitaciones que sufre como consecuencia de un trastorno congénito, permitiéndole utilizar sus brazos por primera vez.

Sirviéndose de una impresora 3D de la marca Dimension, los investigadores del Hospital Infantil Alfred I. duPont (Alfred I. duPont Hospital for Children) de Filadelfia crearon lo que Emma ha bautizado como «sus brazos mágicos». El dispositivo consiste en un exoesqueleto diseñado a medida que permite a la pequeña restablecer la movilidad articular que tenía gravemente limitada así como recuperar su musculatura.

La impresión en 3D está mejorando la calidad de vida de muchas personas en todo el mundo, en parte por su capacidad para ofrecer soluciones personalizadas que dan respuesta a complejos problemas humanos.