Para el Sector del Metal que engloba una parte muy sustancial del conjunto de la Industria española, la energía eléctrica supone uno de sus costes de producción más relevantes, en algunos casos, incluso por encima de los costes laborales. Clave para la Industria, su precio y la fiabilidad de su suministro son factores decisivos de competitividad, tanto para las empresas exportadoras como para las que fabrican para el mercado nacional.
El esfuerzo en racionalizar el consumo, asegurar el suministro y reducir el impacto de su coste en el precio final del producto, no ofrece los resultados esperados porque no se ven acompañados por una regulación administrativa y fiscal, acorde con la importancia que finalmente tiene el coste de la energía eléctrica.
En 2011, los consumos energéticos del sector industrial se situaron en 11.337 millones de euros, lo que representa el 24,5 por ciento de la demanda energética final nacional. La Industria viene sufriendo un continuo aumento de los costes regulados de la energía que ya suponen, entre el 30 y el 60 por ciento de la factura eléctrica de las empresas, lo que está provocando una fatal pérdida de posiciones en los índices de competitividad.
Los precios de la electricidad industrial en España, que se encuentran entre los más elevados de la Unión Europea, están definiendo una situación insostenible a medio plazo, con incrementos adicionales de costes que derivan en deslocalizaciones, desinterés de los inversores y pérdida de tejido industrial.
No parece que vaya a producirse con la urgencia que el caso requiere, un acuerdo institucional que aporte estabilidad y previsión sostenidas en el mercado eléctrico. Que los peajes para la Industria incluyan estrictamente los costes del sistema, potenciar los contratos bilaterales de energía eléctrica para consumidores intensivos en energía y la estabilidad regulatoria son cuestiones insoslayables.
La importancia de la energía en su actividad, ha determinado que los sectores industriales se encuentren en un proceso continuo de mejoras de la eficiencia energética, hasta el punto de convertirse en un instrumento de gestión de primerísimo orden en la estructura productiva industrial..Efficentre ha centrado su estrategia industrial, en el conocimiento del comportamiento energético de la planta, mediante la adquisición de datos en tiempo real de las variables clave, para luego aplicar técnicas de optimización propias pioneras en España, que permitan mejorar dicho comportamiento. Las técnicas de optimización desarrolladas por Efficentre, no sólo buscan disminuir el consumo o mejorar la eficiencia energética global de la planta, sino también disminuir la potencia contratada y desplazar demanda a periodos donde las tarifas €/kwh sean más reducidas. Se trata de actuar sobre lo que sí podemos cambiar, es decir la forma en que usamos la energía, con el objetivo de obtener el máximo rendimiento a los equipos consumidores y productores de energía , evitando además malos usos mediante la gestión de alertas que permitan aplicar medidas correctoras a tiempo.
Las técnicas diseñadas por Efficentre, permiten también realizar previsiones de demanda de consumo, que pueden ser usadas para mejorar el proceso de negociación con las compañías suministradoras, así como para controlar el proceso de facturación de dichas compañías. En resumen, ya no es suficiente con planificar la producción para conseguir un adecuado nivel de calidad y servicio , sino que también es necesario tener en cuenta en dicha planificación, la gran reducción de costes operativos que se pueden conseguir con una adecuada optimización, en un sector tan intensivo en energía como el metalúrgico.
