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Aunque su esposa esté presente, Zeno Noacco, fundador de Modeltek, admite abiertamente estar «casado» con sus cuatro máquinas herramienta CNC de Haas. A su mujer Paola, la directora de la empresa, no parece importarle, a pesar de que Zeno Noacco a menudo usa palabras como «amor» y «pasión» para describir lo que siente por las máquinas.

«Estaba en una feria cuando la vi por primera vez», dice Noacco, que no se refiere a cómo conoció a Paola, sino a la ocasión en que descubrió la primera Haas de la empresa, una Super Mini Mill. «Enseguida me gustó la sencillez de la máquina; el control era muy fácil de usar. Como no tenía experiencia en mecanizado CNC, me preocupaba comprar una máquina que luego no supiera utilizar.»

Al final estas preocupaciones fueron innecesarias. «Me dije a mí mismo que lo intentaría y que, si me equivocaba, vendería la máquina y volvería a subcontratar la fabricación de las piezas. Me alegro de habérmela quedado. Creo que es un producto fantástico. Al cabo de unas semanas, ya conocía todas las funciones y opciones de la máquina.»

Los coches «profesionales» a escala 1:5 de Modeltek, comercializados con el nombre de Genius RC, cuestan en torno a los 2.000 €. Son réplicas meticulosas de coches reales, con piezas de diseño y fabricación personalizadas, como diferenciales, cajas de engranajes, sistemas hidráulicos de freno de disco, árboles de transmisión y suspensiones. Todos los componentes se crean conforme a criterios específicos y rigurosos ‒tamaño, peso, materiales, etc.‒ indicados por el organismo regulador de este deporte en Europa, la Federación Europea de Coches a Radiocontrol (EFRA).

Antes de fundar la empresa, Zeno Noacco era un aficionado al modelismo que vivía esperando que llegara el fin de semana para juntarse con los amigos para probar los coches que fabricaban en casa durante el tiempo libre. Como puede imaginarse, los modelos que construía Noacco eran excepcionales. Tanto que a menudo sus amigos –y rivales– le pedían que les hiciera piezas para sus coches.

«Poco a poco, empecé a modificar y fabricar las piezas más simples de los coches. Al final, hacía casi todos los componentes, no solo de mis coches, sino también de los de mucha gente que me los encargaba.»

Gracias a internet y a la comunidad tan estrecha de aficionados a los coches a radiocontrol, la reputación de Noacco fue creciendo. Los pedidos comenzaron a encadenarse. «Es un nicho de mercado, así que los volúmenes no son grandes, aunque vendamos en todo el mundo», dice. «Aun así, ahora producimos unos cuatrocientos coches enteros al año: el modelo Touring –parecido a un BMW, un Mercedes o un Alfa Romeo– y el modelo F1.»

Después de la buena experiencia con la Haas Super Mini Mill, Noacco no dudó a la hora de elegir sus próximas máquinas CNC. «Compramos una Haas VF-2SS, una VF-3SS y una VF-2 estándar», apunta. «Así que ahora tenemos cuatro máquinas Haas y un operario cualificado que las maneja todas, Clemente Pocovaz. Ya no necesitamos subcontratar trabajo ni comprar piezas al por mayor salvo el motor ‒en Japón‒ y la carrocería de fibra de vidrio.»

En un banco en la zona de montaje anexa al taller de mecanizado, hay varios chasis en fases de producción distintas. Las piezas ‒como un bonito embrague centrífugo en miniatura‒ parecen iguales que las de los coches a escala natural y funcionan de manera muy similar.

«Igual que los ingenieros que diseñan un vehículo normal, empezamos los proyectos por las matemáticas», dice Noacco. «Por ejemplo, con un nuevo diferencial autoblocante, calculamos las fuerzas que genera el motor, así como la potencia y el par de salida deseados, y usamos estas cifras para fabricar piezas con el peso, las dimensiones, etc. correctas.»

Las piezas finales del prototipo se diseñan en un sistema CAD y luego se mecanizan en las máquinas Haas. Es un proceso exhaustivo y, si los cálculos están bien hechos, consiguen unas creaciones de acero, titanio y aluminio que parecen joyas y son precisas como un reloj suizo.

«Tenemos muchos componentes pequeños, que solemos mecanizar en la Super Mini Mill», apunta Noacco. «También producimos piezas como el suelo del chasis, la plancha sobre la que montamos todo lo demás. Esta tiene casi 700 mm de largo, de ahí que necesitemos la VF-3. De hecho, las dimensiones más adecuadas para nuestros requisitos son las de la VF-2SS y la VF-3SS, ya que nos dan mucho espacio de mesa y la flexibilidad para fabricar piezas grandes o pequeñas. Los lotes de producción suelen ser de unas doscientas unidades, que podemos mecanizar en menos de ocho horas.»

Una vez montadas todas las piezas del prototipo, empieza la fase de pruebas del coche.

«Construimos cinco modelos de trabajo para el equipo de carreras», cuenta Noacco. «Durante un año, perfeccionamos el coche hasta que tenemos el vehículo que queremos, que debe tener un peso mínimo lo más cercano posible a los 10 kg.»

El mundo de las carreras de coches a radiocontrol se parece mucho al de las carreras de verdad. «Además de proporcionar coches y piezas a los clientes, tenemos un equipo de carreras», dice Noacco: «Genius Racing.» Aquí al lado hemos construido un circuito de carreras de dos millones de euros con telemetría. Viajamos por toda Europa y por el resto del mundo; hay muchos aficionados en las empresas de automóviles. Tengo muchos amigos en Ferrari, por ejemplo, y todo el mundo se lo toma muy en serio. Lo que no quiere decir que no nos divirtamos también.» Al fin y al cabo, para la mayoría, es una afición.

Pero no para Modeltek y sus cuatro empleados. «Puede que seamos una empresa pequeña, pero vemos muchas oportunidades de negocio gracias a nuestras capacidades de diseño y mecanizado; por ejemplo, es posible que colaboremos con las fuerzas aéreas italianas. Sería estupendo, aunque de momento solo tenemos tiempo para los coches a radiocontrol. A veces parece que trabajemos las 24 horas del día.»

Si te pasas la mayor parte del día en un taller usando máquinas herramienta CNC, la vida es mucho más agradable si son fáciles de usar y te gusta utilizarlas; pero mucho más.

«Soy un enamorado de Haas y de sus máquinas», reconoce Zeno Noacco. «Son asequibles, fáciles de usar y fiables. De hecho, no creo que tuviéramos este negocio si no hubiéramos descubierto las máquinas Haas.»