La actividad del metal de la Comunidad Valenciana ha alcanzado sus mejores cifras desde el inicio de la crisis, al aumentar en un 20% en el tercer trimestre de 2015. Según el Informe de Coyuntura del sector metalmecánico de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (FEMEVAL), esta subida duplica además la media alcanzada en el conjunto de España que se sitúa en el 9,7%. 

Estos buenos resultados han permitido la creación de 4.500 empleos y un 24% más de exportaciones al exterior. El informe de la patronal del metal también revela unas expectativas que mejoran para el cuarto trimestre, en el que se prevé cerrar con esta evolución en positivo. No obstante, estos indicadores macroeconómicos provocan un moderado optimismo entre los empresarios, que continúan sin apreciar mejoras en la situación de sus negocios, sobre todo las Pymes del sector.

Para el presidente de la federación, Vicente Lafuente, “estos datos ponen en valor, una vez más, la solidez y dinamismo de un sector que representa el 30% del PIB, que aglutina el 38% del comercio exterior y genera el 25% del empleo industrial valenciano. Unos argumentos que nos llevan a reiterar al Consell, como ya le trasladamos en los XIV Premios FEMEVAL, una hoja de ruta conjunta para trabajar sobre el nuevo modelo productivo que necesita nuestra Comunidad. Un modelo que, sin lugar a dudas, deberá tener como pilares estratégicos a las empresas metalmecánicas”.

LA PRODUCCIÓN DEL METAL MARCA UN NUEVO MÁXIMO

La actividad productiva del metal encadenó de julio a septiembre un nuevo máximo histórico, al crecer en un 19,9% respecto al mismo periodo de 2014. Por subsectores industriales, destaca el excelente comportamiento de la fabricación de maquinaria y equipo mecánico al incrementar su producción en un 25% y el del material de transporte en un 41%. La fabricación de material eléctrico, electrónico y óptico sufrió una leve caída del -2,2%

Según el informe de FEMEVAL, el metal cerró el tercer trimestre de 2015 con 170.200 ocupados. En la industria aumentaron un 7,7% respecto al mismo periodo del año anterior, esto es, de 77.600 a 83.600 trabajadores. La venta y reparación del automóvil experimentaron un leve crecimiento del 0,3% y en el comercio del 4,1%. El peor dato lo registra el subsector de instalaciones en el que el empleo descendió un 6,1%.

LAS EMPRESAS MIRAN CADA VEZ MÁS AL EXTERIOR

Las exportaciones del sector, que prácticamente no han sufrido durante la crisis, crecieron un 24% en los primeros ocho meses de 2015. Un indicador que despuntó en casi todas las partidas exportadas, gracias a la diversificación hacia países en expansión como Reino Unido, Alemania o Estados Unidos. Por su parte, México continúa como el Top 10 de los mercados destino. La cifra de negocio alcanzó los 7.006 millones de euros y en términos absolutos supuso 1.354 millones de euros más que en el mismo periodo del año pasado.

EL METAL APRUEBA LA SITUACIÓN CON UN 5,4

La mejoría de los anteriores indicadores va acompañada de una valoración del 5,4 que dan a la situación los empresarios. Una confianza que se mantiene en positivo desde principios de 2014.

En el informe de FEMEVAL, la debilidad de la demanda interna se configura como principal factor limitador de la actividad de todos los sectores, seguida de la morosidad y los largos plazos de pago. Las instalaciones y la reparación del automóvil continúan evidenciando cómo la competencia desleal y la economía sumergida lastra su actividad. Por su parte, la mayoría de las empresas industriales señalan como problema el acceso a la financiación externa.

LEVE DESCENSO DE LAS EXPECTATIVAS PARA EL CIERRE DE 2015

Según la encuesta de FEMEVAL, aunque descienden levemente las expectativas de los empresarios (del 22,5 del anterior trimestre al 19,6 para el cierre del ejercicio) continúan en valores positivos desde hace un año. Al respecto, se esperan unos crecimientos menos significativos que en trimestres anteriores, sobre todo en la industria. Así, y frente a una ligera previsión de aumento de las ventas sectoriales y de las contrataciones, los empresarios estiman que se reducirán las compras. Las expectativas de inversión apenas varían porque las empresas aún no vislumbran horizontes despejados que les inviten a comenzar a crecer.