La zona de Maniago, en la región italiana de Friuli Venezia Giulia, es conocida por albergar un gran número de empresas especializadas en la fabricación de cuchillos.

Por supuesto, cuchillos hay de muchas clases: el tradicional cuchillo doméstico, el cuchillo de coleccionista, de buceador, de cazador, el cuchillo deportivo, profesional, etc. Para cada tipo, existe una empresa especializada que elige con cuidado las tecnologías de fabricación que le permiten realizar un producto con unas características muy concretas.

En el sector de las navajas de ocio, LionSteel es una de las marcas más reconocidas. Fundada en 1969, la empresa fabrica artículos de coleccionista, navajas versátiles perfectas para el uso diario.

Si bien LionSteel todavía produce muchas tareas de manera artesanal, la empresa también ha sabido incorporar innovaciones en los ámbitos de la producción y el marketing que resultan indispensables para todo fabricante moderno.

“Exportamos a todo el mundo”, dice Gianni Pauletta, copropietario de LionSteel. “En 2010 ganamos el premio Blade Award en Atlanta (EE.UU.). Este galardón nos demostró que íbamos en la dirección correcta.” Ese mismo año, LionSteel también recibió el premio al diseño importado más innovador por su navaja SR Titanium.

“El Blade Award lo cambió todo”, prosigue Pauletta. “La marca se hizo famosa en todo el mundo y logramos el reconocimiento de los mejores especialistas en navajas de uso diario.”

Al cabo de dos años, en 2012, LionSteel volvió a ganar el mismo premio. “Conseguir el galardón la primera vez fue fantástico. Pero el hecho de recibirlo otra vez dos años después nos dio una satisfacción aún mayor, ya que nos confirmó que el sector internacional reconocía nuestros estándares de fabricación.”

La última generación de navajas LionSteel está hecha de una aleación de titanio, un material conocido por la dificultad que supone trabajar con él. El tamaño diminuto de la viruta, la presión elevada del contacto y la baja conductividad térmica generan temperaturas extremadamente altas. Las características del titanio a menudo ponen las herramientas de mecanizado al límite de su capacidad de rendimiento. Todo esto, junto con la elevada reactividad del material, puede dañar las herramientas por exceso de fricción y abrasión.

Las navajas de las gamas SR y TiSpine de LionSteel están diseñadas con un mango integral y varios colores de titanio. Esta estructura “monolítica” mejora la rigidez y la resistencia mecánica en comparación con las navajas tradicionales, ya que el mango se fresa a partir de una sola pieza de titanio. El modelo SR Titanium, ganador del premio Blade Award de 2010, presenta otras características únicas patentadas, como el RotoBlock System, un sistema de seguridad formado por una pieza de acero templado y un revestimiento de titanio que permite bloquear la hoja cuando la navaja está abierta, de modo que no se cierre por accidente.

Reinvención

Tras recibir el primer Blade Award, las existencias del modelo SR Titanium de LionSteel  –normalmente se producen cien unidades– se agotaron en cuestión de días. Era evidente que la empresa necesitaba aprovechar el tirón del premio y el enorme aumento de la demanda para rediseñar sus procesos de producción.

“Para reinventar una empresa, hay que marcarse un objetivo y trabajar para alcanzarlo”, afirma Gianni Pauletta. “En LionSteel, la prioridad es ofrecer siempre productos de la máxima calidad, por eso los entregamos con una garantía para toda la vida, que cubre tanto los materiales como la factura de la navaja. Como todo el fresado lo hacemos en nuestra fábrica, la cantidad de fresadoras debe ser acorde con la demanda y el grado de calidad necesario.”

Después de adquirir una máquina de control numérico pequeña, la empresa decidió invertir en un centro de fresado y taladrado Haas MDC-500. “Una de las ventajas de esta máquina es la relación calidad-precio, que proporciona una coste de explotación por hora muy atractivo”, continúa Pauletta.

“La inversión valió mucho la pena: las fresadoras que teníamos vibraban mucho, algo que afectaba a la calidad del producto. La Haas, en cambio, tiene más rigidez estructural, así que los acabados son mucho mejores.”

Aun así, LionSteel se dio cuenta de que la máquina de tres ejes los limitaba, ya que no permite mecanizar las piezas por todos los lados sin un segundo amarre. De ahí que la empresa optara por comprar una segunda máquina herramienta CNC de Haas: un centro de mecanizado horizontal EC-300 con utillajes de cubo montados en dos palets.

Con la Haas EC-300 y la MDC-500, la empresa pudo rediseñar el modelo TiSpine y darle su configuración actual de navaja “monolítica” plegable; es decir, con un mango fresado a partir de una sola pieza de titanio 6Al4V clase 5.

“La EC-300 tiene dos palets, cada uno con un utillaje de cubo, lo que nos permite optimizar el tiempo de producción usando la máquina 24 horas al día, seis días a la semana. Nuestra producción semanal ha aumentado considerablemente.”

“Somos una empresa pequeña, de dieciocho empleados”, afirma Pauletta. “Este tipo de máquinas automáticas requieren muy poca intervención manual y aportan una calidad excelente. El primer centro de mecanizado de Haas cumplió nuestras expectativas, por eso invertimos en otro. Y ahora estamos a punto de encargar otra Haas.”

“Para LionSteel, la rigidez tanto de la MDC- 500 como de la EC-300 es muy importante: gracias a su estructura de hierro fundido, son máquinas muy estables; y su capacidad de absorción de las vibraciones es mucho mayor que la de las máquinas con estructuras soldadas.”

Los operarios de LionSteel, que recibieron una formación especial para aprender a usar los centros de mecanizado de Haas, afirman que el software CNC de Haas es sencillo y fácil de usar, por lo que el proceso de aprendizaje se desarrolló sin problemas.

“Tenemos un programa para formar a jóvenes, a muchos de los cuales luego contratamos”, añade Pauletta. “Nuestra filosofía de empresa se basa en la meritocracia: se avanza en función de las habilidades de cada uno.”

No cabe duda de que el éxito de LionSteel recae en que han sabido invertir en las personas y en las máquinas herramienta adecuadas. Seguro que sus productos recibirán más reconocimientos. Pero hay uno en concreto que Gianni Pauletta admite que sería muy gratificante conseguir: “El premio a la calidad de fabricación, que distingue los mejores procesos de producción. Ese nos haría mucha ilusión”, reconoce. “¡Ya veremos!”