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Año tras año, la tecnología de mecanizado CNC no deja de progresar. Para garantizar que las generaciones futuras estén familiarizadas con las últimas tecnologías cuando entren en el mercado laboral, los centros educativos deben estar al día. Un buen ejemplo de ello es el instituto LiS de Leiden, situado a medio camino entre Ámsterdam y Rótterdam.

El LiS es un instituto de formación profesional que forma a lo que ellos llaman “instrument-makers” –es decir, creadores de instrumentos– para centros de investigación relacionados sobre todo con la industria aeroespacial. Según el LiS, gran parte de la investigación que se lleva a cabo en los Países Bajos no sería posible sin los conocimientos técnicos, la creatividad y los instrumentos que fabrican estos “creadores”.

Dada la importancia que tiene la formación de estos jóvenes, un comité externo que visitó el centro hace poco recomendó al LiS que introdujera más técnicas de mecanizado CNC en el plan de estudios. Así, en noviembre de 2013, el departamento de ingeniería del LiS instaló tres fresadoras CNC de Haas nuevas: dos Super Mini Mills y una VF1.

Financiar la inversión supuso todo un reto, pero este puntero centro de FP lo superó con crecer. Aparte de recibir financiación de particulares y fundaciones privadas, el LiS reunió el capital necesario tras realizar diversos encargos de alta precisión para organizaciones como el ESTEC, el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial, situado a solo 5 km del instituto, en Noordwijk. El LiS también trabaja para Dutch Space, una empresa con sede en Leiden que forma parte del grupo EADS Astrium y suministra subsistemas a la industria aeroespacial europea.

“Por un lado, estas organizaciones nos proporcionan recursos económicos vitales y, por el otro, siguen de cerca la formación que impartimos, ya que suelen contratar a nuestros estudiantes”, dice Dick Harms, director del LiS. “Por su parte, los alumnos pueden participar en proyectos reales, bajo la supervisión de expertos, por supuesto.”

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Como resultado de la inversión en máquinas herramienta Haas, suministradas por la tienda de la fábrica Haas del distribuidor Landré, afincado en Utrecht, el LiS es una de las pocas escuelas en la que los estudiantes pueden seguir cursos de mecanizado avanzado, tanto manual como con tecnología CNC. Dick Harms dice al respecto: “Nos diferenciamos de otros centros de formación en el hecho de que los alumnos aprenden de una forma verdaderamente práctica. Estamos convencidos de que los estudiantes primero tienen que aprender el proceso manual y luego con la tecnología CNC. Así pueden aplicar los conocimientos prácticos adquiridos en cuanto entran en el mercado laboral”.

El LiS optó por la marca Haas en parte por la buena relación calidad-precio de sus máquinas, así como por la experiencia positiva que el centro ha tenido con una Haas anterior.

“Cuando has invertido en herramientas y software, no tiene sentido comprar máquinas que no sean compatibles”, dice Dick Harms. “Además, con la Super Mini Mill, Haas es uno de los pocos fabricantes que ofrece una máquina CNC adecuada para un volumen de producción bajo pero con las mismas prestaciones que una máquina más grande. Además, el husillo principal SK40 es perfecto para las operaciones de fresado y acabado iniciales e intermedias, con las que los alumnos adquieren los conocimientos fundamentales.”

Aparte de dos Super Mini Mills, el LiS ahora también tiene una Haas VF-1 con recorridos de 508 x 406 x 508 mm, un centro de mecanizado vertical compacto y robusto que aporta fiabilidad y precisión gracias a un husillo de cono ISO 40 con diseño de empaquetadura. Los estudiantes de cuarto curso de ingeniería del LiS ahora adquieren los principios del fresado CNC con la VF-1.

“Todos los alumnos aprenden a plasmar las ideas en dibujos técnicos y a fabricar los productos por su cuenta. Así, interiorizan unos conocimientos prácticos que les pueden ser útiles tanto si estudian módulos superiores o cursos universitarios, como si acceden directamente a la industria de la fabricación. Aparte del ámbito aeroespacial, los alumnos del LiS encuentran trabajo en otros sectores, como la biología y la sanidad.”

En la actualidad, cada año se gradúan cincuenta alumnos de ingeniería del LiS, de los que un porcentaje importante prosigue sus estudios en la universidad o en  módulos superiores que incluyen prácticas en empresas. El LiS puede estar contento: su número de matriculados va en aumento, lo que significa que habrá más alumnos graduados y cualificados en el futuro.