UNESID muestra su apoyo a la Declaración Abierta a la Comisión Europea realizada por la Alianza de Industrias Electrointensivas, que representa a más de 30.000 empresas europeas y cuatro millones de empleos en la UE. Estas industrias se encuentran en el núcleo de la economía de la Unión Europea y en el punto de partida de múltiples cadenas de valor, tales como la industria del automóvil, los combustibles, los edificios, la producción de energía, incluidas las energías renovables, alimentos y bebidas, y productos farmacéuticos.

En octubre pasado, Jefes de Estado y de Gobierno acordaron que las medidas para evitar el riesgo de fuga de carbono del Sistema de Comercio de Emisiones de la UE (ETS) debían continuar tras 2020, garantizando que las instalaciones más eficientes en sectores expuestos no se enfrenten a injustificados costes de emisiones de carbono.

Para cumplir los objetivos climáticos futuros y salvaguardar su competitividad, las industrias electrointensivas, claves en la economía de la Unión Europea, hacen esta llamada a los reguladores para aplicar los siguientes principios a las reglas de asignación gratuita en la próxima revisión de ETS:

Preservar la competitividad de las mejores industrias con medidas que les protejan de costes directos e indirectos, ejemplarizando así e incentivando a otras instalaciones a mejorar.

Apoyo al crecimiento –sincronizado- de asignación gratuita con los niveles actuales/reales de producción.

Basar las normas en puntos de referencia técnica y económicamente factibles que reflejen el comportamiento real de la industria.

Abordar el impacto negativo de la ETS de la UE sobre los precios de la electricidad, que provoca que las industrias electrointensivas europeas se encuentren en desventaja frente a competidores globales.

La Comisión Europea se ha comprometido en su Programa de Crecimiento a mejorar la legislación, por lo que debería establecer un marco que atraiga e incentive las inversiones en la industria manufacturera asegurando así que, mientras estas industrias convergen hacia un futuro sostenible, puedan seguir prosperando y creando valor en Europa.

La industria siderúrgica española es la base de la cadena de valor metal-mecánica: los automóviles, todo tipo de maquinaria, las infraestructuras… tienen en el acero un componente fundamental. En 2014, la industria española del acero produjo 14,2 millones de toneladas de acero bruto. El consumo aparente de productos siderúrgicos fue en el pasado año de 10,5 millones de toneladas. 

El sector es netamente exportador –las exportaciones suponen el 69% de las entregas-, alcanzando el 3,1% de las exportaciones españolas de bienes. El superávit comercial del sector supone el 12,3% del superávit no energético nacional. Innovación, eficiencia, sostenibilidad y seguridad laboral son principios que rigen la estrategia del sector, que se reconoce como un factor fundamental de la nueva economía verde. Cada tonelada producida conlleva 7 euros en inversiones medioambientales. La industria siderúrgica española es la campeona del reciclaje, con 10,6 millones de toneladas recicladas en 2014. 

La industria siderúrgica realiza un uso eficiente de los recursos hasta aprovechar casi el 80% de los residuos y subproductos que genera en el proceso. UNESID es la asociación empresarial de la siderurgia española, que aglutina 46 empresas, que emplean a unas 60.000 personas –además de las 20.000 que intervienen en la recolección de chatarra-. El sector factura en su conjunto más de 14.000 millones de euros.