El acto, celebrado en Madrid, en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, fue presidido por Emilio Lora-Tamayo, Presidente del CSIC, quien hizo entrega del galardón. Le acompañaban, entre otras personalidades, Pedro García-Cabrerizo, Presidente de la Fundación García Cabrerizo. 

Durante el discurso, Josep Maria Pujol, quiso destacar dos mensajes que ha intentando vivir y transmitir a todos sus colaboradores desde sus inicios. El primero de ellos es que “la diferencia entre lo posible y lo imposible se mide con la voluntad del hombre”. El segundo subraya su manera de entender la empresa: “vivir el presente, prever el futuro, tomar decisiones y acertarlas”.

Con este reconocimiento, FICOSA vuelve a situarse como una de las grandes empresas españolas que han decidido seguir apostando por la invención aún en tiempos de crisis. No en vano, en la actualidad tiene registrada algo más de 700 patentes relacionadas con el mundo del automóvil.

La Fundación García Cabrerizo nace en 1977 como iniciativa personal de D. Francisco García Cabrerizo, empeñado en promocionar la invención dentro de los campos de la Ciencia y la Industria, en un momento histórico de España en que la investigación y el desarrollo no estaban en la “agenda” política ni en el debate social.