La Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (CONFEMETAL), en su Asamblea Anual celebrada el 21 de junio de 2012 en Madrid, ha hecho balance del último año de actividad en el Sector del Metal, en el que se registró una caída del 3,1 por ciento de media anual en 2011, con un importante retroceso del 9,6 por ciento en el último trimestre del año.

En el terreno laboral, este retroceso de la actividad productiva en el Sector del Metal duran- te el ejercicio 2011 supuso la pérdida de otros 3.700 empleos, frente a los más de 55.000 perdidos de media en el año 2010. Así, el número de ocupados en la Industria del Metal se situó a finales de 2011 en 965.900, un 0,4 por ciento menos que en un año antes, y la tasa de paro en el 7,7 por ciento de la población activa, muy por debajo de las de otros sectores productivos y de la general de España.

En lo que se refiere al presente año 2012, con datos disponibles hasta abril, la producción industrial del Metal ha descendido un 12,2 por ciento, las exportaciones acumulan en el primer trimestre un retroceso del 4,6 por ciento y las importaciones también disminuyen, un 8,3 por ciento en comparación al mismo período del año anterior.

Por su parte, la cifra de negocios de la Industria del Metal que mide la evolución de la de- manda actual, registró hasta abril un retroceso del 8 por ciento, mientras que la entrada de pedidos de la Industria del Metal, que mide la evolución de la demanda futura, bajó un 7,5 por ciento comparación a los resultados obtenidos en el mismo período del año anterior.

El empleo en la Industria del Metal también en 2012 ha sufrido la caída de la actividad pro- ductiva en el sector. Así, el número de ocupados retrocedió un 3 por ciento en el primer trimestre de 2012, con un incremento del número de parados del 15,3 por ciento sobre 2011, alcanzando la cifra de 98.800 y una tasa de paro del 9,7 por ciento de la población activa.

En este contexto económico, en el informe a la Asamblea que realizó el presidente de CON- FEMETAL, Javier Ferrer, se refirió a la situación económica actual como “sin parangón en la Historia reciente de España y de Europa”, afirmando “que no es un problema de nuestro país sino de toda la eurozona, abatida por la especulación de los mercados, por la crisis de la deuda soberana, por la crisis del sistema financiero, por la crisis del euro y por una generalizada crisis de confianza de la sociedad en los poderes públicos, políticos y económicos”.

Ferrer lamentó no poder hablar todavía de recuperación y reactivación, pero se mostró convencido de que “aunque ambas quedan lejos, es posible alcanzarlas si las cosas se hacen ordenadamente bien”.

“Ahora –señaló- cuando la imagen de nuestro país está deteriorándose considerablemente y se generaliza una situación en la que resultamos muy perjudicados, hay que resaltar que la Industria española mantiene una fuerte capacidad de innovación y de exportación y que muchos de sus segmentos de actividad, en particular aquellos ligados al Sector del Metal, tienen un importante peso en la economía española y un enorme potencial de crecimiento”.

Asimismo, el presidente de CONFEMETAL insistió en que “no somos como otros países cuya situación tocó fondo hace tiempo, y lo debemos demostrar dentro y fuera de nuestras fronteras, no sólo con palabras, sino con hechos. Saliendo al exterior, siendo competitivos, ofreciendo productos innovadores y haciendo de la marca España un símbolo de calidad y de excelencia”.

Ferrer resaltó que “la Industria basa su esencia productiva y competitiva en la fuerte incorporación de innovación y formación, los dos factores que más eficazmente pueden, en la actual coyuntura, favorecer el crecimiento económico y, en definitiva, el del bienestar del conjunto de la sociedad” y demandó “una política industrial, un plan de futuro que fije los horizontes de la Industria a medio y largo plazo y que permita afianzar ese proyecto de bienestar futuro para nuestra sociedad”.

También afirmó que las decisiones tomadas por el Gobierno en los últimos meses “van en la buena dirección y empezarán a dar sus frutos en el medio plazo, sentando las bases para iniciar una senda de crecimiento que, no obstante, será muy difícil recuperar, después de es- tos años de intenso retroceso. Pero todavía quedan importantes reformas que emprender, especialmente en el terreno de las dualidades en las administraciones, la unidad de merca- do, la morosidad y la fluidez del crédito, además de medidas de reactivación del consumo y la inversión”.

Insistió en que una de las claves para salir de la recesión está en la “recuperación de la con- fianza, sobre todo dentro del ámbito empresarial, de modo que los empresarios recuperen su capacidad de inversión e innovación, y con ellas el impulso y la iniciativa para la creación de riqueza y empleo”.
En efecto, ahora tiene más sentido que nunca reforzar e insistir en los paradigmas sobre los que se asienta la actividad industrial, la única base sobre la que será posible asentar una recuperación real, sólida y duradera, porque la Industria es el primer motor de la productividad y del progreso de una sociedad, y sólo situándola en el centro de la actividad económica, un país puede desarrollar un proyecto económico sólido y perdurable.