Blum Novotest
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Blum-Novotest celebra su aniversario

50 años de historia en tecnología de medición y máquina herramienta

Partió de un despacho de ingeniería con una sola persona y ha llegado a liderar el mercado mundial y la tecnología en 50 años; algo insólito incluso para el suroeste alemán con todos sus «campeones ocultos». Blum-Novotest GmbH lo ha logrado no solo con un arduo trabajo sino también con su innovación, su inteligencia y su diligencia. Para celebrar este acontecimiento, la empresa organizó la conferencia BLUM TECH-TALK titulada «50 años de innovación» el 7 de junio de 2018 en un entorno muy especial: una gran cantidad de invitados procedentes de más de una veintena de países escucharon conferencias magistrales, asistieron a demostraciones interesantes en el BLUM Tech-Centre y fueron testigos de la revelación de un producto que combina la experiencia adquirida durante más de 50 años en este campo. Una oportunidad excelente para echar la vista atrás y analizar los genes que han contribuido a que la empresa tenga el éxito actual.

Los cimientos de la fiabilidad del proceso de metrología de producción de BLUM se plantaron en una fase muy temprana. El fundador de la empresa, Günther Blum, se había interesado mucho en la máquina herramienta durante sus estudios de ingeniería aeroespacial en Stuttgart. Además de su carrera universitaria, llevó a cabo tareas de diseño para varias empresas y creó su propio despacho de ingeniería el 1 de junio de 1968 en Schmalegg, cerca de Ravensburg. Durante los siguientes años, trabajó para empresas conocidas, como Stama en Schlierbach o la japonesa FANUC Corporation.

Solo un año después de su fundación, la empresa decidió ampliar su oferta de servicios desde el desarrollo mecánico hasta la planificación eléctrica. Con este objetivo, se alquiló más espacio en Weissenau, cerca de Ravensburg. Se daban todas las condiciones para comenzar a contratar trabajadores. Además del ingeniero de diseño Klaus Hoffmann, implicado en la empresa a tiempo parcial desde el principio, se sumaron a la pequeña entidad Bernd Blum y Rainer Eckenstein. Mientras otras empresas seguían dependiendo de la tecnología de control basada en contactores, el joven despacho de ingeniería ya había desarrollado sus propios controladores de interfaz basados en semiconductores. Estos controladores ofrecían una fiabilidad extrema y se empleaban principalmente en la maquinaria herramienta de Stama; fueron un éxito de ventas hasta principios de los ochenta. El rápido crecimiento dio lugar a que, solo cinco años después, BLUM necesitara buscar una nueva ubicación desde la que trabajar en Weissenau. Encontró un nuevo emplazamiento a pocos kilómetros, en Grünkraut, donde la empresa mantiene su sede hasta el día de hoy. A lo largo de estos años, BLUM ha encabezado el sector del desarrollo de máquina herramienta: por ejemplo, el despacho participó en el desarrollo de la máquina herramienta con mayor éxito del mundo.

A finales de los setenta, Günther Blum se percató de un aspecto fundamental que conformaría la trayectoria futura de la empresa: la automatización no está completa sin una tecnología de medición integrada en el proceso. Un planteamiento implicaba sistemas de medición que deberían controlar el proceso directamente en la máquina herramienta. Otro planteamiento conllevaba máquinas de medición posteriores al proceso que ya no se situaban en una sala de medición aparte sino en el pabellón de producción. Muchos años de experiencia con máquina herramienta de control numérico y con su electrónica parecían el modelo ideal desde el que adentrarse en este ámbito comercial. En la actualidad, ambas áreas representan dos de los tres pilares en los que se asienta la gama de productos de BLUM. El último pilar permite que BLUM suministre, por ejemplo, máquinas especializadas posteriores al proceso para controlar la calidad en la fabricación de discos de freno, cigüeñales y ejes, es decir, sobre todo componentes de rotación simétrica. La empresa presentó su primera máquina de medición 2D en 1983. Tras ella vinieron una serie de máquinas de medición que incluían el sistema de control numérico integrado, empleadas principalmente en la industria automovilística. Muchas de ellas se equiparon con tecnología de automatización y trabajo en red para que los sistemas se utilizasen en bucles de control cerrados e intervinieran directamente en el proceso de producción. Los sistemas de detección de grietas, las células de medición y automatización y los sistemas de medición especiales complementan la gama de productos de esta división empresarial.

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Günther Blum creó su propio despacho de ingeniería para la industria de la máquina herramienta el 1 de junio de 1968.

En 1982, BLUM presentó su primera sonda para piezas de trabajo, a la que pronto siguieron sondas para mediciones de herramientas en centros de mecanizado. Aunque ya se disponía de sondas similares antes, las primeras sondas para piezas de trabajo de BLUM ofrecía un mecanismo de medición bidireccional y una generación de señales optoelectrónicas sin desgaste. De esta forma se garantiza una alta precisión con una velocidad de examen mucho mayor. Hoy día, las sondas basadas en la tecnología pionera desarrollada por BLUM se encuentran bajo la forma de la serie ultramoderna TC51, que dispone, opcionalmente, de transmisiones por infrarrojos o radio. Hasta 2003, cuando se presentó la exitosa serie de sondas multidireccionales por contacto TC, la empresa fue la opción prioritaria para los clientes del mundo de la producción automovilística en masa, gracias a la serie de sondas CNC.

Después del éxito del lanzamiento de la serie de sondas multidireccionales por contacto TC, BLUM propuso otra innovación fundamental en 2007: la tecnología shark360. Gracias al mecanismo de medición desvelado en EMO, BLUM ya era capaz de ofrecer un sistema de medición compacto para máquinas torneadoras y amoladoras. Este mecanismo de medición sienta la base de la totalidad de las sondas para piezas de trabajo DIGILOG y los calibres de rugosidad superficial que ofrece la empresa en la actualidad.

En 2010, BLUM avanzó un paso más y presentó la tecnología DIGILOG, que permite que la sonda por contacto no solo muestre una señal digital «on-off», sino también un flujo constante de valores de medición analógica. Estos sistemas se emplean siempre que es necesario comprobar si el contorno de una pieza de trabajo presenta errores de mecanizado. Sencillamente, las sondas por contacto DIGILOG se desplazan por la superficie a modo de «escáner», por lo que ofrece unos resultados de medición precisos en un breve periodo de tiempo. A lo largo de los años, la sonda por contacto TC76-DIGILOG presentada en 2010 se ha ido acompañando de una serie de sistemas de medición DIGILOG: por ejemplo, en 2012, la TC64-DIGILOG con tecnología por radio BRC o en 2013, el primer calibre de rugosidad superficial para la comprobación automática de las superficies de piezas de trabajo en centros de mecanizado. El sistema láser LC50-DIGILOG se desveló en 2017. Gracias a que proporciona miles de valores de medición por segundo, esta tecnología hace que la medición de herramientas en los centros de mecanizado sea notablemente más rápida y más precisa, tenga una fiabilidad extrema dentro del proceso y esté preparada para el futuro por sus opciones punteras de aplicación.

Desde mediados de los ochenta, BLUM ha dedicado una cantidad de tiempo considerable a las tareas de desarrollo en el campo de la tecnología de medición por láser para máquinas herramienta. Este paso es una consecuencia lógica del planteamiento anterior con los sistemas de medición táctiles. Fue en 1982 cuando el fundador, Günther Blum, tuvo la idea de crear un láser capaz de controlar herramientas. Las primeras configuraciones, a partir de 1987, funcionaban con un tubo láser de helio y neón que resultaba perfecto en cuanto a la calidad del haz pero que no era viable debido a la gran cantidad de tiempo que necesitaba para calentar, su vida útil insatisfactoria y su tamaño. La disponibilidad de diodos láser de luz roja dio paso a la innovación en los sistemas aplicables y, en consecuencia, BLUM pudo presentar en 1991 el primer sistema de medición por láser comercializable que detectaba roturas.

Pronto vinieron sistemas más compactos que, aparte de detectar roturas, permitían la medición de herramientas mediante láser. La tercera generación, presentada en 2001, incluía el sufijo NT, de nuevas tecnologías. Con la ayuda de un microprocesador integrado, las capacidades de los sistemas de medición por láser aumentaron notablemente, de forma que, por ejemplo, empezó a ser posible controlar el desgaste y la excentricidad o las aristas. Además, se pudo reducir de forma drástica el impacto de los refrigerantes en el resultado de medición. En 2007, BLUM impulsó la tendencia hacia la maquinaria combinada de torneado/fresado y presentó el sistema NT-H 3D: un sistema híbrido que combina una sonda por contacto y un sistema láser que, por primera vez, permite la medición y el control de toda la variedad de herramientas de las máquinas de torneado/fresado. Por último, la transferencia en 2017 de la tecnología DIGILOG desde las sondas por contacto hasta los sistemas láser supuso un salto de tecnología.

Heribert Bucher, gestor de la división de componentes de medición, explica: «La esencia especial que prima en nuestra empresa se demostró, por ejemplo, hace unos años, cuando fuimos objeto de críticas en los ejercicios de un seminario de gestión porque no respetábamos las especificaciones. En BLUM no obedecemos unas normas estrictas porque nos gusta trabajar juntos y desarrollar soluciones nuevas. No frenamos a las personas, sino que las dejamos que continúen su trabajo: así evoluciona la innovación»

En 1994, hace unos 25 años, se incorporó a la compañía la empresa Novotest, con sede en Willich y dedicada a la fabricación de bancos de pruebas: había nacido Blum-Novotest. Esta división desarrolla y construye bancos de pruebas para exámenes de funcionamiento, de rendimiento y de resistencia para el sector automovilístico e hidráulico, por ejemplo, para el ensayo de transmisiones y ejes motores. Los bancos de pruebas para transmisiones elaborados por Blum-Novotest han formado parte integral de la industria automovilística durante décadas. La variedad de aplicaciones implantadas por la división empresarial para fabricantes punteros de vehículos y de transmisiones comprende desde coches pequeños a autobuses urbanos eléctricos, desde transmisiones manuales hasta las automáticas y de doble embrague, y desde bancos de pruebas de desarrollo hasta bancos de producción interconectada. Los bancos de pruebas para eje motor creados por Blum-Novotest simulan las condiciones operativas relevantes de estos ejes en los vehículos. Asimismo, la división empresarial desarrolla y fabrica bancos de prueba para sistemas hidráulicos, sistemas de dirección y mangueras.

No se podría haber demostrado mejor el crecimiento conjunto y cada vez mayor de la empresa: en la TECH-TALK para celebrar el cincuentenario, Blum-Novotest presentó la primera línea de producto que combina el conocimiento técnico de las tres divisiones en una serie de bancos de pruebas para husillos de máquina herramienta. Estos innovadores bancos de prueba están disponibles tanto para laboratorio como para final de línea y permiten una comprobación y una valoración integrales de la calidad de los husillos. Pueden emplearlos los fabricantes de máquina herramienta, por ejemplo, para evitar costosas demandas aplicación de la garantía y llamadas de servicio técnico, gracias a que se garantiza la calidad del producto antes de la instalación o de la entrega. Cuando se ha comprobado un husillo en un banco de pruebas de Blum-Novotest antes de la entrega y la máquina herramienta tiene instalado el sistema de medición láser LC50-DIGILOG, es posible comparar de forma continua las diferencias entre el estado actual y el de entrega. Al fin y al cabo, las propiedades como las características de excentricidad ya están registradas en el banco de pruebas mediante el sistema de medición láser de gama alta. De esta forma, se puede documentar el rendimiento del husillo a lo largo de toda su vida útil. La característica más destacada de la nueva serie de bancos de prueba es su innovador software de ensayo: aúna satisfactoriamente la experiencia adquirida durante casi 30 años de desarrollo de bancos de prueba para la industria automovilística mundial. Por ejemplo, permite la creación de secuencias de ensayo para varias aplicaciones como el modo inverso, la velocidad máxima de ensayo, los ensayos especiales, etc. y se puede adaptar con facilidad a los requisitos concretos del cliente.

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En 2013, BLUM presentó el primer calibre de rugosidad superficial para la comprobación automática de las superficies de piezas de trabajo en máquinas herramienta.

Además de sus productos, Blum-Novotest continúa su desarrollo y su crecimiento empresariales. La segunda mitad de los noventa, por ejemplo, se distinguió por dos prioridades: el inicio del proceso de internacionalización de la empresa y la constatación de que no basta con ofrecer solo equipos, porque los clientes necesitan soluciones integrales cuya implantación sea sencilla. En consecuencia, la empresa empezó a centrarse más en el desarrollo de software y en el asesoramiento de aplicaciones. El hecho de ganar el premio a la innovación por el sistema láser de BLUM en la exhibición de máquina herramienta MACH96, celebrada en 1996 en Birmingham, supuso el punto de partida para la internacionalización. Hasta entonces, el centro de atención habían sido los mercados alemán y centroeuropeo.

La expansión comenzó con las primeras filiales en los Estados unidos, el Reino Unido, Japón, Francia e Italia, a las que siguió una segunda oleada de expansión hasta 2006, que contempló filiales de BLUM en Taiwán, Corea, China y Singapur. En la tercera fase, la orientación cambió hacia los mercados regionales, como Brasil, México, Rusia, India, los países de Europa del este y España. En la actualidad, BLUM está representada por sus propias filiales, una red unida de ventas y servicio y colaboradores de servicio con buena formación, presente en todo el mundo allí donde los clientes necesiten a la empresa.

¿Cuál es el motor de una empresa como Blum-Novotest y de su gestión? Alexander Blum, director general de la empresa desde 2001, lo explica: «No crecemos únicamente por el hecho de crecer. Pero si en la actualidad se quiere lograr un éxito económico sostenible en nuestro sector, es necesario contar con presencia mundial, ser innovadores y ser capaces de ofrecer una cartera completa y exhaustiva. En todas partes del mundo ofrecemos el mismo servicio de alta calidad, combinado con atención para las aplicaciones que, en consecuencia, permite que nuestros clientes se beneficien de un despliegue rentable de nuestros productos. En definitiva, nuestros clientes producen más piezas buenas con un acabado general de una calidad superior. Eso es lo que cuenta».

La formación y el servicio se han convertido, por lo tanto, en factores fundamentales junto al desarrollo del software; hecho demostrado, entre otros, por la construcción del centro de clientes en 2015. Los usuarios y los clientes tienen ahora la posibilidad de encontrar u optimizar soluciones para sus aplicaciones junto a los desarrolladores de equipos y software de BLUM, directamente en la sede de Grünkraut. Además, el edificio se utiliza como centro de formación, donde los fabricantes de maquinaria y los usuarios reciben formación en talleres gratuitos celebrados varias veces al año. En 2017, BLUM culminó su oferta de software con la aplicación integrada «measureXpert». Gracias a la aplicación, se pueden generar llamadas al ciclo para varios sistemas de control y productos de medición, con rapidez y facilidad, y aceptados por el programa de control numérico con el sistema de arrastrar y soltar. El usuario introduce datos básicos paso a paso y la aplicación presenta la llamada correspondiente.

Hoy día, Grünkraut y Willich acogen una empresa con buena salid que continúa creciendo, algo que no se puede expresar mejor que a través de la actividad constructora que se desarrolla ahí. Los visitantes de TECH-TALK pudieron ver pos sí mismos, por ejemplo, la construcción de unas nuevas instalaciones de montaje, que supondrá duplicar las capacidades de producción actuales. Las capacidades de producción de la sede de Willich han aumentado más del triple mediante la adquisición de los edificios adyacentes en 2011 y la construcción actual de un nuevo pabellón de montaje. Más de 550 empleados en todo el mundo se aseguran de que esta historia de éxito no termine.

Alexander Blum se atreve a predecir el futuro: «Las tendencias como la industria 4.0 y el internet de las cosas están en nuestras manos. El proceso se desplaza cada vez más hacia el punto de mira y nuestros productos encajan a la perfección aquí. Mi padre se dio cuenta bien temprano de que la medición dentro de la maquinaria se había convertido en una parte esencial de este proceso. La tendencia hacia la fabricación adaptativa sigue también este camino, ya que una pieza mecanizada no se fresa a ciegas, sino que se realizan mediciones según una estrategia de medición razonable y el mecanizado se adapta para lograr el resultado final pretendido».

Blum-Novotest: una empresa evoluciona de forma orgánica a lo largo de toda su historia, una innovación lleva a otra, pero aun así esta empresa familiar no ha dejado de presentar avances rompedores en tecnología; desde participar en la máquina herramienta con mayor éxito de todos los tiempos hasta desarrollar nuevas gamas de productos innovadores como la medición de la rugosidad. El estilo de vida de Alta Suabia junto a una filosofía empresarial dirigida por la innovación y unos empleados comprometidos: esta es la fórmula del éxito de Blum-Novotest.

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